Memorias de Un Replicante Sin Recuerdos

I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off shore of Orion. I watched C-beams glitter in the darkness near the Tannhauser's gate. All those... moments will be lost... in time, like... tears... in the rain. Time to die.

Tuesday, March 21, 2006

Día 1: Viernes 17...

He aquí el inicio de este memorable puente de San José, comenzado un viernes a las 14 de la tarde, y finalizado un lunes a las 23:59... apuradillas. Los eventos que se describirán a continuación no son más que una de las tres versiones posibles de los acontecimientos ocurridos entre Madrid City, Madrigal de la Vera Village y Lisboa DF...

Frid, Saibot: allá vamos...

Hace mucho mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...

CHAAAAANNNNNNNN (fanfarria de inicio de Star Wars etc etc...)

Viernes 17. 14 Horas. Cuarto de Hibernación Replicante.

Concertada la cita con una amiga a la que hace años que no veo, me despierta, por n-ésima vez, la llamada de un apurado Saibot preguntándome si ya he quedado con Fridwulfa para ir a recogerle a la salida de su lugar de trabajo. Entre ensoñaciones varias de delirios de grandeza, éxito y triunfalidad replicante en determinados temas que no entran al caso, replícole: "ahora ahora ahora la llaaaaamo".

Salto del futón japonés mirando con temor la hora y el nivel de batería mi movil nuevo. El muy puñetero está vacío y el número que necesito... ¡¡está dentro!! Primer fatality. Saibot me mata. Los nervios empiezan a sobrecogerme cuando... la calma sintética del interior de mi cuerpo me recuerda que aún dispongo de batería en el móvil viejo. Ese cascajo que suele dejarme tirado en el peor momento. Menuda garantía de éxito. Lllamo a Frid, quedamos y todo arreglado.

Saibot, a veces eres un poco... agonías.

Me ducho. Me miro más veces al espejo de lo habitual. Es lógico. Hace años que no veo a B. y hay que intentar cusar buena impresión. Recuerdo la petición que me hizo el día que quedamos y asumiéndola inviable, recurro a mi ingenio (escaso) para compensar el pequeño error que solo derivará en un retraso en la entrega.

Todo sea dicho, tuve la mejor comida en Musashi desde hace años. B. es una chica encantadora. Sigue tan estupenda como siempre: inteligente, preciosa, clara, sincera y directa... y con ese toque de carácter que tanto me atrae de ella... (mejor me callo que como lea esto quien yo me sé acabaré con un enemigo más). Tras una excesivamente corta y precipitada comida japonesa, un somero "ponernos al día" y una despedida con promesa que VOY A CUMPLIR, salgo escopetado con su inmagen retumbando en la cabeza. ¡Cuántos errores se pueden cometer cuando se es joven y alocado! (Nunca es tarde si la dicha es buena).

Mensaje de Frid: "Estoy en el jamón tomando un café. Tomatelo con calma." Llego a casa. Me dejo la cámara de fotos y un par de zapatos, bajo aún con la ropa "semielegante" y salimos escopetaos en el coche de Frid hacia Image's City, donde Saibot nos espera. Llegamos antes de tiempo (unos cuatro minutos antes... Saibot: ¡¡agonías!!).

Entramos en los estudios donde trabaja como guionista en plató y allí esperamos con su madre, encantadora Luisa- ¡Qué enorme placer volver a verte! Siempre es demasiado tiempo el que pasa entre la última y la siguiente ocasión- a que lleguen a recogernos. Suren, el marido de l madre de Saibto, con el tremendo 4x4 que nos guiará hasta Madrigal de la Vera, donde, en un alto promontorio se encuentra la finca donde haremos noche para salir rumbo a Lisboa el sábado por la mañana.

La noche es espectacular en Madrigal. A pesar de la oscuridad, las nubes que impedían ver estrellas y luna, la lluvia que empapa la ropa y los huesos es digna de ser recordada. Por la noche se escucha el agua discurrir por la garganta. Se la oye clara, pura y limpia: aún libre del toque de corrupción de la ciudad. Y de eso charlo con Suren. Totalmente a oscuras, en el porche de la casa. Mirando hacia las sombras, escuchando, respirando todo lo bueno que el ser humano ha perdido en su afán de ser gregario en ciudades colmadas de comodidades, en muchos casos innecesarias.

El ambiente dentro del hogar, con la chimenea encendida es cálido, no por el fuego, sino por el aire que las figuras paternales profesan, la confianza, la charla, la cena, las bromas, los reencuentros, Bosco y Trol- los dos perros- Moxi y Tapón- los dos gatos- la luz del interior, la oscuridad del exterior... es indescriptible...

Y así, después de ser aplastado soberanamente en una partida de Trivial Pursuit por Luisa, Frid y Saibot, me voy a la cama. Esperando a que, el sábado, la carretera nos depare un gran fin de semana.

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